Hablar de africanismo, es remontarme a la historia del Imperialismo europeo...
Recordemos
entonces, que América sufrió una mezcla étnica, cultural y religiosa,
con la llegada de los europeos; que a su vez traían los indios del
Africa en condición de esclavos.
Por lo tanto, esta gran mezcla de
costumbres, logro dejar una marcada influencia de todo tipo, que con el
tiempo pudimos comprender, aceptar e incorporar una nueva e interesante
manera de comunicación con lo sagrado, la fuente de todo lo creado,
Dios.
Todas las religiones nos conducen hacia el mismo objetivo: la creación, la energía universal, la luz divina, Dios.
Nos
encontramos también con un sin fin de mediadores, que se nos presentan
en nuestros caminos, algunos buenos, y otros malos, para llegar a ese
conocimiento, y objetivo de lo sagrado.
Los africanos, nos dejaron
las formas y modos de lograrlo; y de ellos aprendimos que todo lo
creado, esta a disposición de todo y de todos, a través de una amplia y
compleja galería de poderosas energías, que cumplen su labor y función
para con el universo y la tierra.
El origen religioso del africanismo
es el Candomble, madre de todas las creencias africanas, cuya liturgia
es la adoración a las distintas manifestaciones de la naturaleza en sus
más variadas formas y representaciones que el hombre pueda comprobar.
Estas
representaciones de la naturaleza, son los orixas, fuerza superior, que
aglomera los diferentes reinos de la creación, como por ejemplo: el
mar, las montañas, los ríos, la flora, la fauna, los vientos etc.
Entonces,
se comprende que los orixas, son divinidades intermediarias entre el
Dios supremo y el mundo terrestre, encargadas de administrar la
creación, y que se comunican con los hombres a través de vistosos y
complejos rituales.
Con este criterio de lo Ecuménico, el hombre
adopta para sí, una filosofía de vida, que lo contacta directamente con
la naturaleza, en todas sus manifestaciones.
Los orixas participan en el mundo y en el consciente del hombre, como grupo.
Estas
deidades del pueblo yoruba son numerosas, y aun, a pesar de todos sus
nombres y maneras africanas, nos pueden sonar como familiares; como
versiones amplificadas de caracteres de nuestras amistades; como fuerzas
o elementos de la naturaleza, como lo hemos experimentado en varias
oportunidades, en las noches de tormentas, o mientras nadamos, o
ascendiendo una montaña, o simplemente vagando por las calles, o
caminando despacio por algún bosque. Los orixas, nos pueden hacer
recordar de nosotros mismos en particular, de nuestras emociones en un
estado extremo, por ejemplo cuando uno se enamora, o simplemente saberse
un ser complejo e impredecible ante cualquier situación que lo exponga a
algo limite.
Estas deidades tienen mucho para decirnos sobre la
personalidad humana. Es como un espejo que nos vemos a nosotros mismos,
con todas nuestras potencialidades en virtudes, pero también con los
defectos.
Para el africanista, los orixas son los guardianes, a
través de los cuales uno lleva una vida mas intensa, son los custodios
cuyo exceso de energías lleva al devoto a una existencia mas placida y
mas equilibrada.
Los orixas son nombres propios, formas
antropomórficas, dados a los diversos aspectos del poder espiritual, en
la creación en que habitamos, en lo cual participar activamente es
nuestra mas alta función.
Cuanta mayor afinidad se tiene con el orixa
de cabeza, mayor conocimiento se tiene, porque es el propio orixa que
trasmite esos conocimientos; estos conocimientos se basan en el
comportamiento y aptitudes de la vida, de la naturaleza, y de los mundos
ocultos y vedados a la mayoría de las personas.
A través de la
veneración del orixa, uno se relaciona con un grupo de características
muy poderosas que dan mayor sabiduría de vida. Siguiendo su dirección,
accediendo a sus demandas, el hombre no solo extiende, sino que al mismo
tiempo, unifica su personalidad, logrando su propia filosofía de vida.
Cuando
surgen los inconvenientes, cuando los problemas nos agobian de tal
manera, que es imposible continuar... cuando el dolor golpea el alma...
seguramente se acudirá, a alguien capacitado, para que a través de algún
oráculo, encuentre una respuesta clara, que le permitirá comprenderla y
resolverla en el tiempo justo. Los buzios cobran un relevante papel en
el arte de la adivinación. Ifa, la fuerza de la sabiduría, CON RESPECTO
AL DESTINO, es consultado para saber que orixa asegurara una conducta
firme, a través de la próxima etapa de vida, la imparable evolución de
todas las cosas.
La visión de la vida sobre la cual la religión
africana Yoruba esta basada con respecto a Dios, los Orixas y su
entorno, responde a diferentes niveles astrales.
Un mundo lleno de
espíritus... la comunidad de los muertos- los egums- y los vivos,
atravesando todo, un principio vital, o fuerza, que pueda de cierta
forma, ser aumentado y dirigidos, son las nociones fundamentales del
pueblo yoruba.
Estos fundamentos contribuyen a la civilización
humana universal, por medios de raíces en la plasticidad de sus
pensamientos, por la definición de diferencias, por la elaboración de
formas distinguidas, todos traídos a la vista por una insistencia sobre
la presencia personal. Los orixas son sus logros mas grande e
importante, pero, además, los yoruba son los escultores mas prolíficos
del continente africano, y su toque de tambor es reconocido por su
precisión, complicación e intensidad. El toque de tambor a los distintos
orixas, es realizado sobre instrumentos variados y especiales,
consagrados a ellos.
La percusión, la danza, los cánticos, contribuyen para alabar a los orixas.
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